Una Pandemia… de HAMBRE

Esta semana, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas publicó un informe donde  incluyen a Venezuela entre los  cinco países que están expuesto a una “pandemia de hambre” debido a la coyuntura Covid-19. En el informe también incluyen a Yemen, Sudán del Sur, República Democrática del Congo y Afganistán.

De acuerdo al artículo publicado en la BBC, en Venezuela “2,3 millones de venezolanos (7,9% de la población) se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria severa. Es decir, sufren “carencias extremas en el consumo de alimentos, o la pérdida extrema de medios de vida que podría conducir a carencias en el consumo de alimentos o algo peor”.

La nota reseña ademas que “la crisis se ha visto acompañada de la hiperinflación, una subida constante y acelerada de los precios, lo que ha llevado a que un 59% de los hogares no cuenten con ingresos suficientes para comprar comida”

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Una comida a la vez

A consecuencia de la recesión económica generada por la cuarentena y confinamiento, las ONGs abocadas a disminuir los estragos del hambre en Venezuela, como Give Pan de Vida, nos estamos viendo en la necesidad de reinventarnos y crear novedosas estrategias para poder hacer llegar un alimento nutritivo a los niños y adolescentes en extrema pobreza, manteniendo especial cuidado en el cumplimiento de las medidas de seguridad y protección de la salud.

Por eso, en Fundación Give Pan De Vida, activamos un plan especial para garantizar la entrega de beneficios a las comunidades vulnerables que pertenecen a nuestros centros y programas de alimentación, donde más de 500 niños reciben su almuerzo. 

Este plan incluye la compra, preparación y entrega de “Una Porción de Amor” a niños en necesidad, las cuales consisten en un alimento compuesto por proteínas y carbohidratos. 

Así, nuestro equipo de coordinadores y voluntarios, con todas las medidas de prevención y seguridad, hacen entrega del menú nutritivo del día. Luego los niños acuden a retirar su almuerzo en sus tasas o envases, manteniendo un distanciamiento de 1 metro entre cada uno de ellos y cuidando el uso de tapabocas.   

Gracias a la ayuda de nuestros patrocinantes, sumado al esfuerzo de nuestro personal voluntario, este plan especial ha beneficiado a más de 300 niños.

Asimismo, nuestra directiva y equipo pastoral han diseñado un programa de soporte para dar seguimiento espiritual y emocional a los niños apadrinados. Este programa busca encontrar herramientas para resistir y sobrevivir por encima de las dificultades, desarrollar resiliencia y encontrar propósito en medio de la prueba. 

Vivimos una emergencia humanitaria que se acentúa, acelera y que nos obliga a conectar con la solidaridad, para ayudarnos a salvar la vida de los niños, que son el futuro de nuestra nación. Tu aporte puede ayudarnos a hacer la diferencia, una comida a la vez.

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